El ajetreo diario en la oficina continuaba sin descanso, pero para Han Soyoung los días parecían volverse más interesantes desde que fue asignada al equipo de Cha Taekyung. A pesar de ser una profesionista centrada en su trabajo, no podía evitar sentir una extraña atracción hacia su guapo y elegante líder de equipo.
Soyoung se encontraba perpleja por sus propios sentimientos, ya que nunca antes se había sentido tan intrigada por alguien de la oficina. No era el atractivo rostro de Taekyung lo que la había cautivado, sino la elegancia de su cuerpo y su porte sofisticado que parecían desafiar la gravedad misma.
Aunque intentaba negarlo, Soyoung se encontraba a menudo perdiéndose en pensamientos pecaminosos mientras observaba a Taekyung moverse con gracia por la oficina. Se sentía culpable por desear algo tan inapropiado, pero era como si una fuerza magnética la atrajera hacia él, sin posibilidad de resistirse.