Dayeon está... cansada. Está tan cansada que la han transportado a un nuevo mundo y todavía está demasiado cansada para hacer algo. Pero, sobre todo, ¡está cansada de la atención casi constante del emperador Mikhail! Él es tan perfecto... siempre se preocupa por su bienestar y la protege de los intentos de la iglesia de etiquetarla como una especie de santa. Y sigue encontrando razones para cepillarle el cabello detrás de la oreja o mirarla a los ojos con aire soñador. ¿Cómo se supone que una chica pueda dormir con toda esta atención tan entrañable y amorosa?